CONSIDERACIONES ECONOMICAS A LA SITUACION ACTUAL Y FUTURA

Idella Consulting quiere expresar en éste post su análisis a la situación que sufrimos y la que prevemos que vamos a tener a un plazo corto y medio, así como también aportamos posibles actuaciones que redunden en la reparación o eliminación del impacto negativo económico, porque las medidas que se tomen ahora van a incidir en gran medida en la evolución económica a un plazo de dos o tres años.

¿Cuál es la situación actual?

España, en su tejido empresarial, está formado en aproximadamente el 90% de pequeñas y medianas empresas con una plantilla inferior a diez trabajadores, lo que nos hace ver la dependencia económica nacional sobre éste sector, por lo que el ritmo de su corazón es el ritmo de gran parte del conjunto total.

Estas pymes, compuestas en un gran numero por autónomos, personas físicas, no disponen de liquidez suficiente para soportar varios meses sin ingresar lo suficiente por ventas corrientes.

El sector turístico, que representa el 12-13% de la generación de riqueza nacional (PIB) cifra entorno a 120.000-130.000 millones, y abarca hoteles, transportes, hostelería, servicios de la construcción e inmobiliaria en general, alimentación, sanitario, atenciones personales, un sinfín de actividades difícilmente relacionables.

Existe una gran cantidad de contratos de trabajo temporales, sobre todo en el sector servicios,
muy vulnerables a los cambios de la situación económica.

También el peso del gasto público en España es importante, personal de diferentes administraciones públicas, sostenimiento de prestaciones sociales, ayudas económicas, inversiones sociales …..

¿Qué acciones se deberían tomar?

La financiación que promete el gobierno con el ICO (Instituto de Crédito Oficial) es un canto al viento, ya que garantiza el 80% de los préstamos, siendo el 20% restante a cargo de las entidades financieras. Cuando un banco tiene que garantizar un euro, como empresa privada, va a seguir exigiendo que quien recibe el dinero tiene que tener un “rating financiero” adecuado, y éste se mide por la garantía que ofrece y la viabilidad de devolución, tema éste bastante delicado por el futuro incierto. Los bancos, ante las posibles demoras en el cobro de los prestamos tiene que contabilizar, lo que técnicamente se denomina “dotación de insolvencia”, y que lleva a una reducción de sus beneficios ante el Banco de España. El estado lo que tiene que hacer es garantizar la devolución de los préstamos en el 100%.

La apertura del sector turístico hay que llevarla a cabo por zonas territoriales, existen muchos territorios en los que la incidencia de contagios es muy baja, con lo que las medidas para ellos deben ser más flexibles, pero para acertar deberíamos tener un conocimiento lo más exacto posible a la situación de contagiados, y ello es posible con una campaña de test masivos. Por otra parte, cómo va a existir ocupación hotelera si no es posible viajar entre provincias, ¿dejamos de estar en nuestra casa para ir a un hotel que está a treinta minutos de nuestra casa?, casos habrán, pero no es suficiente para animar una asistencia a hoteles más numerosa.

De la misma manera que se analiza la situación en los diferentes territorios antes definido, las normas que se marcan para los restaurantes y bares es insuficiente para que éstos sean rentables. Los costes mínimos de estructura de éstos negocios ya son altos para ponerse en marcha, por lo que la asistencia necesaria de comensales ha de aumentar. No quita para que a éstos negocios se les impongan medidas más exigentes para evitar contagios, pero con el modelo actual es imposible ponerlos en marcha.

Es importante apoyar el sector de los productos que se van a demandar, sobre todo en el aspecto sanitario, y por otra parte en las exportaciones a los mercados “sanos”, potenciando los nuevos canales de venta on line.

Con todo lo anterior vamos a no solo creación de desempleo, sino a una destrucción de empresas. El desempleo durará un tiempo y a costa de unos fondos públicos ya muy mermados, con una deuda publica equivalente a la producción económica nacional (PIB). Hace falta complementar el resto de medidas con una legislación laboral más flexible, en cuanto a plazos de contrato y salarios. Es más interesante que una persona cobre 800 € trabajando que lo cobre como renta mínima personal, pues trabajando aporta valor económico al conjunto de la producción nacional, y además esos sueldos no se detraen de los fondos públicos.

Importante es también una reducción de las cuotas a la Seguridad Social, tanto de los autónomos como de los trabajadores en régimen general, no es suficiente que permitan aplazar tres meses las liquidaciones, eso es una patada para adelante simplemente, puesto que la sanación de los autónomos no va a ser cuestión de tres meses, necesita de más tiempo.

Reducción de la tributación tanto en IRPF como en el Impuesto de Sociedades para pequeñas empresas. Ello redunda en una mayor liquidez, tan necesaria mientras dure la reactivación económica.

Ser exigentes en la obtención de ayudas y financiación a muy largo plazo, que sirva para poner en marcha las medidas expuestas. Pero hemos de disponer de un modelo estratégico solvente y cumplir con ello, de lo contrario nuestros socios europeos no se fiarán, y más cuando en los últimos ejercicios no hemos cumplido con los límites de déficit publico marcado por Europa, tenemos que vender un plan y cumplirlo, en caso contrario nos convertiremos en un país descontrolado y no cumplidor de lo que propone.

Hay que ajustar las inversiones públicas sociales al máximo, estancamiento de las pensiones, congelación de los sueldos de funcionarios y política en general.

Todo esto es un plan muy ambicioso, pero factible e imprescindible para transmitir confianza a los mercados, a Europa, a los españoles y empezar a crear ACTIVIDAD ECONOMICA SOLVENTE.